Socorro, embarazada y de boda

Es cierto que yo este año no me veo en esa tesitura. Bueno sí, pero la boda a la que nos habían invitado es dos días antes de la fecha de salida de cuentas, así que hemos preferido declinar la invitación no vaya a ser que a los pobres novios les dejemos con el cubierto colgado o que yo esté que no pueda moverme en casa. Pero es cierto que cuando se acerca el verano y estamos embarazadas hay bastantes papeletas de que nos inviten a una boda (o bautizo o comunión) y tengamos que salir del paso. La idea en este caso siempre es la misma: sentirnos lo más guapas posibles dentro de que no reconocemos nuestro cuerpo y no gastar mucho porque es un tipo de ropa (la de fiesta) que es posible que luego no usemos más. Así que hoy os quiero traer unas cuantas propuestas de la mano de Asos que me han parecido de lo más adecuadas para ir de boda sin sufrir en el intento de dar con el vestido adecuado.

a/b/c/d

Empezaremos por los cortos, donde para mí hay varias apuestas ganadoras. Para invitadas atrevidas, el corte kimono, al que las barriguitas le sientan fenomenal. Aqí la clave es jugar con los complementos, pero podréis usarlo también en reuniones más informales. Para las clásicas tenemos tanto el vestido azul con encaje y pedrería como el rosita con el cuerpito de encaje. Y si lo que tú te sientes es una mamá sexy, el vestido con el hombro al aire y el lazo lateral marcarán todas tus curvas.



Si lo que quieres es un vestido largo, mis favoritos son tres. Comenzamos con un precioso vestido rosa con flores, ideal para el veranito. Combinarlo con complementos nude o dorados sería un acierto. Continuamos con un vestido de corte kimono y escote en V, cómoda sin renunciar a ir guapa. Y para terminar, si lo tuyo es el negro, uno con abertura lateral. Aquí recomiendo meter color en los accesorios para no ir tan apagadas. ¿Cuál es vuestra opción favorita?


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