Señoras que han caído, ya han llegado mis “Ugg”


He caído. Me he comprado esas botas de andar por casa que lleva todo el mundo. Pese que a mí el modelo que me gusta es el de caña alta, mis queridas piernas (y su grosor) no me dejan lucirlas (porque no terminan de subir hasta donde deben) y me he animado con media caña. Así que estoy deseando poder combinarlas en looks “de viernes” para ir a la oficina tan calentita (y eso que yo soy de manoletinas y slippers haga frío o calor).

Ugg at the office




Mi relación con estas botas ha pasado del odio al amor. Al principio me parecían una aberración, pero a fuerza de verlas me acabaron entrando por los ojos (porca miseria). En su día me pasó lo mismo con los pantalones pitillo. O creía que fueran para gorditas y sin embargo ahora son con los que más estilizada me siento. ¿Hay alguna prenda de la que dijérais “esto jamás” y ahora no os podáis quitar?


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4 comentarios

  1. Mi problema con estas cosas es mi "peazo" pie, que me parece que en mí quedan bastas porque el pie es casi tan largo como la caña. Me gustan este tipo de botas desde que se las vi a Cameron Díaz en "En sus zapatos" cuando se le rompen los tacones y se pone las botas que lleva en el coche (de andar por casa como dices tú). Y algo que antes odiase.... pues simplemente ir en medias (finas, gordas...) y ahora rara vez voy en vaqueros.

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    1. No es por faltar al respeto pero sí, con ese ejemplo de la caña a lo mejor queda raro jajajaja.

      Ostras, las medias, es verdad. Con lo incómodas que parecían cuando éramos pequeñas...

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    2. Yo de pequeña jamás me pondría medias, una falda o tacones... Y salvo los tacones que no me gustan demasiado...ahora adoro el resto. Ahh y me horrorizaba el rosa y el negro, y ahora los adoro.

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    3. Es que de pequeña no te hubieras puesto nada que fuera de chica jajajaja. ¡Menudo cambio!

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