Cuidados para el cabello en invierno

Con la llegada del frío tendemos a olvidarnos de que nuestro pelo no ha de protegerse solo de los rayos del sol abrasador del verano. En estas épocas es normal que  muchas (entre las que me incluyo) dejemos que su cuidado pase a un segundo plano. Total, si lo solemos llevar tapado con sombreros y gorritos, ¿no? ¿Y qué hay de los daños producidos por el aire, la lluvia o la sequedad de la calefacción? ¿Eh? ¿eh? ¿eh? (leer en tono acusador)

Es por ello que no podemos olvidarnos de una serie de rutinas ni siquiera en estas fechas. ¿Les echamos un vistazo para ver si cumplimos todas?

  1. Hidratar. Porque no por aquello de que el tiempo venga más fresquito quiere decir que tengamos que olvidarnos de ello. Las mascarillas y los aceites capilares (bendito sea el Morocanoil) deben acompañarnos también en invierno.
  2. Encontrar TU champú. Y lo digo con mayúsculas porque cada cabello es un mundo. No me vale lo de usar un champú “apto para todo tipo de cabello”. Identifica cómo es tu pelo y cuídalo como se merece.
  3. Ojo con el calor. Que si secarse el pelo para no coger un resfriado al salir a la calle, que si con esta humedad yo necesito pasarme la plancha… todo eso está muy bien, pero hay que proteger el cabello. Usar productos protectores del calor antes de lanzarse a coger las planchas harán que tu pelo sufra menos. Además si eres de las que tiene el cabello encrespado, hay tratamientos térmicos específicos que pueden ayudarte a acabar también con este problema. Vamos, un 2x1.
  4. Prestar atención al frío. Muy en la línea del punto 3. Tan malo es achicharrarlo como salir con el pelo mojado y que se congele. Imagina los daños que puede tener eso en su estructura.
  5. Frenar la caída del cabello. No te asustes, los cambios de estación hacen que tu pelo se caiga; nos pasa a todos. Pero que pase no quiere decir que tú tengas que pasar de ello (menudo juego de palabras). Puedes ponerle freno usando un champú anticaída o tomando complementos alimenticios elaborados con el fin de evitar los daños.
  6. Sanear con un buen corte. La humedad, los secadores y las planchas hacen que las puntas se abran con más facilidad. Por ello es una buena época para cortarte el pelo. No me vengas con eso de que abriga que tampoco te pido que te lo rapes. Un saneamiento es su mejor aliado este invierno.
  7. Comer adecuadamente. Que lo que comemos se refleja en nuestro exterior lo sabemos todos. Y no me refiero solo a las lorcillas que salen tras los atracones navideños, sino a nimiedades como esos pequeños granitos fruto del chocolate. El pelo, como todo en nuestro cuerpo, se ve afectado por el estrés y la mala alimentación. Así que no seas perezosa, sal de debajo de la manta y pon atención a tu alimentación. Tanto tu cuerpo como tu estado mental te lo agradecerán.
¿Suspendéis o aprobáis con nota? ¿Qué atención le prestáis a vuestro cabello en esta época del año?

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