Cuando tuvimos que elegir a los proveedores para la boda nos planteamos si hacer vídeo o no. No queríamos un vídeo larguísimo y no teníamos muy claro que uno corto fuera necesario. Tras darle muchas vueltas y preguntar a un montón de gente decidimos que sí lo haríamos (algunos amigos que se habían decidido a no hacerlo se arrepentían con el paso del tiempo). Ahora visto desde la experiencia creo que fue una gran idea. Es cierto que hay detalles que en las fotos no se aprecian (y no me refiero solo al movimiento del vestido) y que sin embargo luego es bonito poder saborear. Por ejemplo, en mi caso, lo que más me gustó fue volver a escuchar los votos de Mr.Chu o las palabras que nos dedicaron las damas de honor.
Por lo tanto, mi recomendación es que ni os lo penséis, que contratéis vídeo, pero que contéis con unos profesionales que sepan hacer un vídeo corto, entretenido, semi musical que os apetezca ver una y cien veces. Olvidáos de los vídeos añejos en los que el montaje se resume en poner un cartel con el nombre de los novios al comienzo de horas y horas de grabación. Os quiero traer un par de ejemplos de lo que hablo y que en su día estuvimos barajando (tras ver varios de sus vídeos). Por descontado que os recomiendo a
Juan Carlos Rubio, que es quien finalmente elegimos, pero no está de más que veáis estilos que se adapten a vuestros gustos.
¿Vosotras elegisteis contar con un profesional del vídeo en vuestra boda? Y a las futuras novias, ¿os lo habéis planteado?
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