Ayer tuve mi segunda sesión del tratamiento de Hipnobanda. Allí, pusimos en común cómo nos había ido desde que habíamos empezado. Independientemente de la pérdida de algún que otro kilo lo que yo destaqué fue la absoluta falta de ansiedad y hambre. Antes vivía un poco condicionada por los horarios, por el "son las dos, qué hambre tengo", por el picoteo y por los "alimentos prohibidos".
Desde que probé Hipnobanda sabéis que como de todo (así podéis verlo en mis redes sociales), pero mucha menos cantidad. Paro cuando estoy saciada (yo que siempre he sido de comerme todo lo del plato) y, si no tengo hambre, elijo comer o no independientemente de si es la hora del desayuno, del almuerzo o del té.
Además de compartir la experiencia hasta la fecha, ayer tuvimos otra sesión de Hipnosis, en la que nos instalaron un balón gástrico virtual. ¿Un qué? Pues nos hicieron creer (vamos a ver, que yo sé que no está, otra cosa es si el cuerpo se lo cree o no) que nuestro estómago era más pequeño, como una pelota de pin pon. He de decir que yo en la hora de la cena elegí comer, cené y me note más o menos saciada que antes. Ni mucho antes, ni mucho después. Así que no os puedo decir que haya notado cambios (que sabéis que me gusta contaros todo sin tapujos).
¿Alguien más se ha animado a probar el tratamiento? ¿Queréis compartir en los comentarios si notásteis algo diferente o no?
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