Estamos a día 11 y aún no os he hablado de mis propósitos para este año. Ya es hora, ¿no? La verdad es que no me he puesto muchas metas, pero sí grandes. Las voy a agrupar en cuatro puntos; atentos:
1. La eterna promesa: adelgazar.
Quien me conozca sabrá que en mi armario se pueden encontrar prendas desde la talla 40 a la 48. Tengo cierta tendencia a engordar (aunque también pongo de mi parte porque me gusta comer) siempre me digo que una vez que adelgace no volveré a dejarme cogerlos; pero nunca lo cumplo. El año pasado se casaban unos de nuestros mejores amigos y yo me prometí que me vería genial en las fotos. Dicho y hecho, adelgacé 10 kilos. Y aunque me seguían sobrando otros cuantos (y alguno más) volví a caer. ¿Resultado? Hemos recuperado 8. Por eso estoy inmersa de nuevo en la operación dieta. No vamos a mentir, según mi índice de masa corporal lo mío ya no es sobrepeso, sino obesidad y hay que ponerle remedio. Por eso, y porque me encantaría comprarme cositas que ahora no encuentro en mi talla (momento más cool que estrictamente saludable), me digo una vez más "piérdelo pero mantente". A ver si esta vez sale bien.
2. Se feliz con lo que haces.
El trabajo es el lugar en el que pasamos, como poco, ocho horas diarias durante cinco días a la semana. Tanto si tenemos el trabajo de nuestros sueños como si no hemos de intentar sacar lo mejor de él y de nosotros; disfrutar con lo que hacemos y ver el lado bueno de las tareas que realizamos (nunca soy tan optimista, así que no me chaféis). Este año puedo decir que he entrado en el 2012 sin englosar las listas del paro como otros años, así que de momento objetivo cumplido (no lanzaré las campanas al vuelo que no ha acabado mi período de prueba según tengo entendido).
Para los que estáis buscando, ánimo que todo llega. Para los que trabajáis en algo que no os satisface, dadle la vuelta, fijáos en lo que os pueda gustar más que en lo que odiáis (creedme, he pasado por muchos sitios y os entiendo). Y para los que disfrutáis de lo que hacéis, ¡felicidades!.
3. Terminar de pagar el préstamo del coche.
Vivo bastante lejos de mi pareja y antes tenía coche propio (viejo y desvencijado pero propio). El caso es que un día murió y lo peor es que yo ya me había acostumbrado a hacer los viajes a la sierra en mi propio vehículo. Aunque estuve buscando coches de segunda mano al final me dejé convencer por mi padre y por una oferta muy buena (típico modelo que deja de fabricarse y te lo venden más barato) y me decanté por mi pequeño OVI. He de decir que estoy muy orgullosa de haberlo podido mantener (becas, empleos temporales...) y de haber elegido comprarlo en un ataque de responsabilidad en vez de que me lo regalasen (como era la idea de mi padre). Ahora, tres años después, parece que el final se acerca y según mis cálculos en Julio estaré exenta de seguir devolviendo préstamo. Si el punto dos de estos propósitos sigue manteniéndose estable sin duda podré conseguirlo sin problemas.
4. Celebrar las próximas Navidades en mi propia casita.
Aquí el punto tres importa y mucho, porque una vez que sea libre de préstamos Óscar y yo queremos dar el próximo paso (si la situación lo permite) y es dejar de vivir a 50km para vivir bajo un mismo techo. El 13 de mayo hará 6 años que comenzamos a salir y creemos que este noviazgo a la antigua (por el tiempo) puede permitirse dar el siguiente paso. No hablo ni de bodorrio ni de niños (en un futuro no cercano hablaremos sobre ello) hablo de que, ya sea de alquiler o en propiedad, me quiero mudar.Poner en práctica las ideas de decoración de los blogs que me gustan, pelearme por los muebles, concederle a mi chico su deseo de tener un bote de chuches siempre lleno en la despensa, organizar cenas con amigos sin tener que contar con si tenemos un lugar para hacerlo o no y, sobretodo, volver a casa y que esté él. Sé que así cualquier problema que aparezca se disipará al final del día. Qué sentimental, ¿no?
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6 comentarios
AAAAAYYYYY QUE LLORO! jajaja Muy bonito todo, seguro que lo cumples todo, que tú puedes!
ResponderEliminarPues te comento mis "propósitos" (entre comillas, porque si no se cumplen tampoco me va la vida en ello pero, oye, importantes son):
1. Terminar el Máster: !aaaaaay madre lo que me está costando! Esto de especializarse parecía más fácil cuando estaba en la Facultad. Pero bueno, ahí vamos y si no es en julio será en septiembre.
2. Acabar la EOI: estando en el sexto curso de Inglés ya cansa un poquito tener que ir todas las semanas a clase sin ver el final y conseguir el título. Así que si todo sale bien, en junio (o en septiembre) se acabará el preocuparse por el porcentaje de asistencia, las lecturas y los ejercicios.
3. NO TRABAJAR EN VERANO (Este es el mejor a que sí?): No quiero trabajar este verano. A no ser que baje del cielo el puesto de trabajo de mi vida, que va a ser que no, no trabajaré nada de nada y me iré con mi chico a unas vacaciones que ni la Preysler! :D
4. Y en septiembre qué? Como ya he dicho, no hay nada seguro así que se abren opciones: buscar trabajo, hacer algún curso (que no creo), pedir la beca del Congreso, volver a estudiar francés o, la mejor de todas, irme fuera con él (si le dan las prácticas de la carrera fuera, claro) a cualquier sitio sin preferencias de ningún tipo. Esperemos que sea esta última pero, si no, no pasa nada :)
Este post me ha gustado mucho Sonia!!!!!! (Se nota no? jeje) Un besito!!!
El 1 y el 2 tengo claro que los cumplirás. Para el tres me pregunto, ¿a costa de quién te vas a pegar esas vacas? ¿Le habrá tocado la lotería y no nos ha dicho nada? (si es así exijo saberlo para que me invites por lo menos... A un caffe late de Starbucks). Y la cuarta... Me parece buena opción. Él va a aprender y a desarrollarse al extranjero y a ti no te viene mal en el CV. Cuando supimos que a Óscar le daban el Erasmus (al final lo rechazó por incompatibilidades en las asignaturas) era lo que iba a hacer yo si me pillaba desempleada. ¡Ánimo y suerte para que le bequen!
ResponderEliminarJoe que bonito el último. Me apunto al número dos en el sentido estar mejor en el trabajo pero es que es imposibleeee
ResponderEliminarY el mío de siempre es el de aprender ingles ¬¬
¡Otro eterno! El del inglés se me había olvidado. Pero tendrá que valer con practicar en el viaje de la semana que viene porque a academia no me he apuntado.
ResponderEliminarEn el trabajo...si no le encuentras sentido... piensa que al menos... tienes tiempo en la comida para leer mi blog. ¡Ahí tienes el punto a favor! :P
En cuanto a mi último objetivo... sabes que siempre tendremos boletus y ventresca en la despensa para cuando Pachi y tú queráis venir.
y queso de cabra ;-)
ResponderEliminarjajaja lo acabo de leer. Las vacaciones son a costa de ahorritos, que una se pasa la vida dando clases particulares y cuidando a niños para ahorrar como una hormiguita jeje
ResponderEliminarAl final no se va Óscar a Viena? Jope, habría sido una oportunidad chuli, pero seguro que otra vez será :D
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