Sigo viva y lo demuestro

Puede parecerlo lo sé, pero ni me he muerto ni he abandonado el blog. El motivo de tanto tiempo sin escribir tiene más que ver con mi reciente mudanza. Muchas cosas que organizar, muchas cajas de colocar, un router que no llega... pero prometo que cuando Internet vuelva a mi vida yo volveré a la vuestra. Mientras tanto os dejo los rincones claves que tan entretenida me han tenido.

Como veréis no iba muy desencaminada con lo que os contaba en esta otra entrada. Con lo que se tenía que aprovechar y lo que podíamos gastar hemos hecho lo que hemos podido. Espero que os guste.

Sin enseñaros baño ni cocina que ahí poco hemos cambiado, empezamos por una zona en la que un simple cambio de color ha aportado mucha luz: el salón.


En cuanto a las habitaciones... os diré que había dos handicaps: cómo decorar sobre gotelé con lo que nos gustan los vinilos (menos mal que recurrimos a los apliques - ojo que la luna se ilumina), y dónde guardar las tablas de snow. ¿Cómo lo hemos resuelto? Así...



No podía terminar sin enseñaros  la entrada, donde se sitúa un elemento con mucha historia que me hace recordar las tardes en casa de mis abuelos jugando a ser mayor. Esto es algo a lo que no quería renunciar, y por eso ocupa un lugar especial, el de ser lo primero que ves cuando entras a nuestro hogar.



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