Colecho de supervivencia

Hoy tocaba hablar de la maternidad y quería hacerlo de nuestra experiencia por las noches. Nuestra idea no era hacer colecho (y no porque tuviéramos miedo a aplastarle porque como le digo a todo el mundo que pregunta, instintivamente te das cuenta de que está ahí) sino ponerle en su minicuna al lado de nuestra cama. Sí que es cierto que al elegir minicuna primero valoramos la Next 2 de Chicco porque queríamos una que nos sirviera para viajar y porque esa permitía bajarle una de las paredes y que quedara a la altura de nuestro colchón por si queríamos colechar, pero el canapé de nuestra cama es tan alto que ninguna de las alturas de la Next le valía para esa opción así que nos decantamos por Baby Clic porque tenía un balanceo suave para dormirle que nos encantó y que fue un regalo de su padrino (y familia) que nos gustó mucho.


Pero al lío. Salimos del hospital preparados para dormir con el peque en su minicuna a nuestro lado pero... él no soportaba estar ahí. Le dormíamos y abría los ojos en cuando su culete tocaba la cuna. Así que, por supervivencia y por no volvernos locos, acabamos adoptando el colecho. Por suerte nuestra cama es de 1,60 metros porque tiene la manía de cruzarse de lado a lado y cada noche nos despertábamos Mr. Chu y yo, uno con la cabeza de Martín en su espalda y otro en los pies.


A los dos meses y medio volvimos a intentar lo de la minicuna. Y ante nuestra sorpresa, la toleraba. Es un poco más rollo levantarse cuando se despierta (ya digo que nuestra cama es altita y con él en brazos me cuesta un poco subir y acomodarme) pero todos descansamos mejor (nosotros nos despertamos menos porque antes teníamos que ponerle bien varias veces en la noche). Eso sí, cuando una noche está algo reguleras, directamente le acostamos en la cama de los mayores hasta que se duerme. Hay veces que me entero y le paso a su minicuna y veces que caemos todos y ahí se queda.


Como veis, con los niños una cosa es lo que pienses y otra lo que él te deje hacer. Cierto es que no a todo el mundo le hace gracia cuando dices que el niño duerme contigo peeeeeero... solo tiene que importaros a vosotros. Como ya os dije con la lactancia, que la mamá se sienta bien es garantía de éxito así que nosotros decidimos que para estar cuerdos por la mañana y haber descansado para cuidarle mejor, lo esencial era dormir, tuviera que ser con él en la cama o no (además reconozco que yo si tengo sueño y no puedo dormir me pongo de mala uva, así que me desesperaba un poco cuando se despertaba una y otra vez y tocaba volver a empezar). Tengo amigas que han estado colechando hasta más de un año y están encantadas. Tengo amigas que desde el primer día tienen a su bebé durmiendo en su cunita y están encantadas. Lo único que vale es lo que a vosotros os vale, así que ante los consejos del resto poned vuestra mejor sonrisa y luego decidid qué queréis hacer. Para terminar, solo quiero añadir que si estáis buscando una minicuna os recomiendo la que elegimos nosotros. Es fácil de plegar, con un tejido muy chulo y viene con un colchón realmente gordito (hay que ver los que traen otras...) y con una sábana bajera a la que le unes el nórdico con cremallera, creando un saquito que hace que no se destape por las noches (Martín es especialista). Además, tiene ruedas para moverla por casa y se balancea de manera muy sencilla sin apenas hacer movimientos. 

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