Tras haber hecho todo el repaso a la Luna de Miel en Tokio (que
podéis ver aquí), hoy nos vamos ya hacia la segunda parte, la de Maldivas. Aquí no puedo deciros qué hicimos día a día porque perdimos la noción del tiempo (imposible no hacerlo en el paraíso) pero os voy a contar un poquito a rasgos generales cositas que debéis tener en cuenta y experiencias que no podéis perderos.
He de decir que lo peor de ir a Maldivas es llegar. Nosotros tuvimos un vuelto de Japón a Doha, donde hicimos una escala para volar hacia Male. Una vez allí, te montas en un hidroavión súper pequeñito donde - por el calor - los pilotos van en pantalón corto y chanclas (algo que choca mucho y al principio genera desconfianza), que te deja en medio de una tabla en el mar (sí, con maletas y todo) En esa tabla (es que es cierto, es literalmente un tablón con una barra para agarrarse), mientras sufres porque con el movimiento del agua tus maletas no caigan, esperas que llegue una embarcación que te lleve hasta la isla donde está tu hotel. ¿Por qué? Porque imaginaros el ruido del hidroavión llevando turistas al hotel... así no habría quien descansara; así que para que tengas la mejor experiencia de relax, utilizan este método.
Nosotros elegimos el
Resort Kuramathi (y volvería a escogerlo si fuera de nuevo) y como queríamos que fuera digno de recordar, bajamos un poco la categoría de los hoteles de Japón (donde solo íbamos por la noche) para "echar el resto" aquí. Nos alojamos en una de
sus villas sobre el agua con jacuzzi privado y fue una auténtica pasada. Son una especie de cabañas a las que se accede desde un embarcadero y dan directamente al mar. Por lo que he visto al buscar la web del hotel, ahora también ofrecen unas con piscina privada, aunque he de deciros que el complejo dispone de varias piscinas en las que estar en la gloria y no se masifican (además nos dan la ventaja de poder tomar un cóctel mientras disfrutamos del baño) Por cierto, podéis moveros por la isla a pie o en sus carritos (estilo golf) que pasan continuamente recogiendo huéspedes.
Es importante decir además que nosotros íbamos en régimen de todo incluido. Y me parece primordial. De por sí el hotel es la isla y la isla es el hotel, por lo que al alojarte allí puedes comer en cualquiera de los buffets que brindan (donde se come muy bien) Pero tener todo incluido nos daba varias ventajas: poder beber todos los cócteles que quisiéramos (mientras que algunos de nuestros compañeros con los que habíamos compartido Japón tenían que pagarlos) y por otro, poder cenar en
los restaurantes especiales que tiene la isla: comida fusión, indio... Nosotros cada día íbamos a uno y he de decir que la calidad era alucinante. En el Island Barbeque, la carta cada día cambiaba porque podías elegir de entre todo aquello que los pescadores locales pescaban cada día. El producto fresco estaba riquísimo y salir del buffet y tener una cena más íntima siempre estaba bien. Si os ponéis a echar cuentas de lo que vais a pagar en copas o en estas cenas especiales, os recomiendo totalmente coger el todo incluido porque sale mucho mejor de precio.
La atención en el hotel es inmejorable. Cuando llegas, una guía de haba hispana te recibe con un cóctel para refrescarte tras el viaje, se sienta contigo en una cómoda recepción al aire libre y te explica con todo lujo las zonas de la isla, dónde está cada cosa y las actividades que puedes realizar. Desde allí, te trasladan a tu habitación (donde ya están esperando tus maletas) para que puedas disfrutar de todo desde el minuto uno. El servicio de limpieza es inmejorable (limpian dos veces al día las habitaciones) y el personal súper agradable y está dispuesto en todo momento a resolver tus dudas o darte recomendaciones (es cierto que viven del turismo y es un país en el que la población no tiene muchos recursos, así que a veces te da hasta reparo que sean tan serviciales)
En cuanto a actividades, Mr.Chu renegaba de ir a una isla porque no iba con él eso de tumbarse al sol y se iba a aburrir, pero nada más lejos de la realidad. No sé en qué orden lo hicimos, pero recuerdo haber disfrutado de las siguientes actividades:
- Masaje en pareja en el spa: Es una actividad que se paga a parte pero que merece mucho la pena. Un masaje en pareja, un té en una de sus tumbonas y estás listo para seguir disfrutando de tu Luna de Miel.
- Paseo en kayak: Cuando nosotros fuimos, la actividad estaba incluida en el alojamiento, ahora puedes ver los precios de todas las actividades de agua aquí.
- Snorkel: También estaba incluído. El primer día fuimos al centro de actividades, nos dieron todo el material necesario y nos lo llevamos a nuestra habitación para disfrutarlo cuando quisiéramos.
- Crucero al atardecer: Montas en un barquito, te mueves alrededor de la isla y brindas con champán al atardecer. Quizás es una actividad que una vez hecha no volvería a contratar ya que los atardeceres desde la isla son ya de por sí espectaculares (ojo, nuestros compás que además hicieron la visita a Rasdhoo también nos dijeron que era una actividad que quizás tampoco hubieran contratado)
- Buceo: Aunque si bien es cierto que simplemente con meterte en el agua o hacer snorkel ves una cantidad de peces que te deja impactada (incluidos pequeños tiburones), nosotros nos sacamos el certificado PADI en Chiclana - porque a mí me daba más confianza llevar todo bien aprendido en castellano desde aquí - gracias a Pepe, de Oceanus Cádiz (en manos de quien os aconsejo que os pongáis), bucear en Maldivas fue una experiencia que nunca olvidaré. Merece la pena que, si vais a viajar hasta aquí, destinéis una parte de vuestro presupuesto a formaros y poder hacer al menos una inmersión porque no lo olvidaréis.
- Pasear por la isla: Sin más. Parece algo obvio, pero a veces vamos con la cabeza tan puesta en la playa que nos olvidamos de disfrutar del paisaje. Puedo prometeros que tiene una fauna y flora digna de foto y que disfrutaréis solo con pasear.
No quiero enrollarme más (como si no lo hubiera hecho ya) porque en su web podéis ver todas las actividades. Pero no quería cerrar este ciclo sobre nuestra Luna de Miel sin deciros que os recomiendo totalmente nuestro viaje. Lo repetiría sin dudarlo y aunque es cierto que son destinos poco económicos (el viaje completo para dos personas nos costó unos 8.000€), si os lo podéis permitir, merece la pena hacer el esfuerzo (aunque sea uno de esos viajes que solo te marcas una vez en la vida) Tuvimos que hacer un esfuerzo y ahorrar, pero no echo en falta nada de lo que dejamos de hacer por invertir en esto. Nos encanta viajar y tuvimos la Luna de Miel de nuestros sueños. Visitamos Japón porque Mr.Chu lo deseaba y completamos con Maldivas porque yo quería playa paradisiaca. Es importante recordar que en vuestra Luna de Miel seréis dos, y hacer lo posible por aunar los deseos de ambos. ¿Y tú? ¿Volverías a elegir la misma Luna de Miel? ¡Lo mío es un sí seguro! Gracias por haberme acompañado durante estos posts, ha sido genial recordar detalles que ya creía olvidados.
Y por si te has perdido algo:
1 comentarios
Este es uno de los mejores lugares que he conocido, de verdad que las islas Maldivas son todo un sueño y mas aun para una luna de miel, de verdad que hermosas fotos y supongo viviste una experiencia inolvidable. En uno de mis viajes a Sri Lanka ya antes de irnos, visitamos por dos días este hermoso lugar, y me hubiese encantado quedarme toda una semana, gracias por compartir tu experiencia.
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