Disney en 3 días

Me comprometo a escribir este tipo de post y luego pasa lo que pasa, que me dan ganas de volver. Hoy os quiero contar cómo organizamos nuestra visita a Disney y aspectos a tener en cuenta. Empezaré diciendo que nosotros nos alojamos en hotel Disney (Hotel Cheyenne) porque fuera de temporada alta los precios son más que asumibles. En nuestro caso elegimos pasar 3 noches en el mismo, por lo que incluía 2 desayunos buffet, 2 comidas o cenas (a realizar en el restaurante del hotel o en los restaurantes de los parques) y entradas para tres días (con acceso exclusivo de 8 a 10 para los que se alojan en los hoteles). Cuando hicimos cálculos de lo que nos costaría en esas fechas alojarnos en París, comprar las entradas, comer y el tren ida y vuelta a diario hasta el parque... nos compensaba y mucho, así que es una opción que os recomiendo que nunca descartéis (hablo siempre y cuando no estemos en temporada alta).

Nosotros llegamos al hotel a mediodía así que decidimos invertir el primer día en ver Walt Disney Studios. Ese parque que "menos nos importaba" así que si nos faltaban cosas por ver, al final de nuestro viaje podríamos retomarlo si sobraba tiempo o dejar cosas sin ver sin remordimientos. Ni que decir tiene que la zona favorita de Martín fue la de "Cars" en Tono Plaza, y es que está obsesionado con esa película. También alucinó con la zona de "Toy Story", donde hasta se montó en la lanzadera sin pestañear, y con el paseo en tren por los decorados de rodajes (una actividad muy que muy familiar, de esas ideales de 0 a 99 años). Si yo me tuviera que quedar con una atracción, sería la de Ratatouille, donde te conviertes es un pequeño ratón y vas visitando escenarios de la película en una tracción 4D. ¡Es absolutamente genial! Además, la Place de Rémy es digna de ver, y más estando en Navidad como estábamos. En cuanto a espectáculos en este parque, pudimos disfrutar de un musical por el 90º cumpleaños de Mickey en la Place des Stars, pero yo me quedo con el espectáculo de luz de la noche, cuando una proyección sobre Papá Noel y los regalos para los peques tiene lugar en la fachada de la Torre del Terror. Lo bueno es que como este parque cierra antes, una vez que termine podemos ir directos a ver el espectáculo de encendido del castillo de Disneyland.


Al día siguiente, comenzamos nuestra visita en Disneyland. Decidimos atacarla por zonas y así, dedicamos este día a Discoveryland y Fantasylad. En Discoveryland recomiendo muy mucho el espectáculo de la filarmónica de Mickey y por supuesto, el juego de láser de Buzz Lightyear. Fantasyland es la zona para los peques por excelencia, y allí podemos encontrar desde el típico paseo en barca por "It is a small world" como las tazas del sombrerero loco, los aviones de Dumbo o el castillo de la bella durmiente. Aquí además, podremos encontrarnos de manera individual en el camerino de Mickey con él. Nosotros el primer día no lo hicimos, pero visto lo que le encantaron a Martín los personajes cuando los vio en las cabalgatas, el día siguiente hicimos la fila a primera hora para que pudiera encontrar con él. Éste día, también aprovechamos para ver todos los espectáculos sin prisa (así si había algo que lo que no montábamos, podríamos hacerlo el día siguiente). La cabalgata de Navidad es mágica y la vimos por la mañana. Por la tarde, tuvo lugar la cabalgata de la noche, que luego "enganchamos" con el encendido de las luces del árbol de Navidad y con el espectáculo de proyección sobre el castillo de la Bella Durmiente.


Último día en Disney. Y llegó el turno de Adventureland (donde el pobre Martín pasó bastante congoja en la atracción de Piratas del Caribe), Frotierland y MainStreet. Muchas de las atracciones estaban cerradas por el clima, así que aprovechamos para pasear, conseguir las chapas gratuitas que algunos personajes (cupcakes por el cumple de Mickey) repartían a cambio de pequeñas pruebas y volver a montar en todo aquello que más nos había gustado y ver nuestros espectáculos favoritos. Obviamente, volvimos a los Studios porque no podíamos irnos sin saludar a Mate de nuevo.


En estos días descubrimos que hay bastantes secretos que desconocíamos (que si la pides, en el hotel te dan una chapista para poner tu nombre, al igual que en el parque si es tu primera visita) y que hacen la visita más divertida. También nos asombramos porque, aunque íbamos pensando si Martín iba a ser muy pequeño, quitando las montañas rusas y demás, todos los parques son muy accesibles para peques y eso se agradece cuando a los mayores también nos gusta montar y no solo pasear. Hemos estado en Portaventura, Warner, Parque de Atracciones... pero además de la magia que Disney desprende, éste es un aspecto muy a tener en cuenta al visitar parques con peques.


En cuanto a las comidas, nosotros las reservamos con dos meses de antelación a través de un número telefónico orientado solo a eso. Recomiendan hacerlo así para asegurarte las "mejores horas". El primer día comimos en los Studios en el restaurante Des Stars, que no deja de ser un buffet libre. Pero el segundo día, en Agrabah Café flipamos con la calidad de los platos árabes. ¡Todo un descubrimiento! He ido a Disney en París dos veces. Una en Reyes (por la noche cierran el parque y ofrecen a los españoles una cena gratuita con los Reyes y los personajes si te alojas en sus hoteles) y otra ahora con la Navidad ya montada y, pese al frío, me parece una temporada mágica para disfrutar del parque. Os lo recomiendo totalmente. Y poniéndonos prácticos... es más barato y hay menos gente que en temporada alta. Si estáis pensando si es pronto para llevar a peques de 2 o 3 años, ¡es un rotundo no! ¡No es pronto!

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