Visitas en el hospital: lo que aprendimos con Martín

Antes de comenzar, que quede claro que entiendo que ante la llegada de un sobrino, amiguito, nieto o familiar estemos deseando conocerlo. Son muchos meses de espera y es lógico que nos muramos de la emoción. Pero cuando somos meros espectadores, hemos de entender que más deseosos de conocerlo estén los padres, que lo saben desde antes y lo ansían con el corazón más hinchado. 

Dicho esto, en el nacimiento de Martín pudimos aprender (y en otros casos corroborar) cosas que tenemos claras ante el de Alonso. ¿Queréis que os cuente nuestra experiencia y las decisiones que vamos a tomar de cara a esta segunda hospitalización?


AVISAR NUNCA ESTÁ DE MÁS

Recuerdo que en un momento de nuestra estancia en el hospital, en la habitación había más de 25 personas (y oye, que pocos dijeron "venga, nos vamos que hay mucha gente"). Mientras que la primera noche de Martín fue un camino por el río, esa noche le notamos súper ansioso y estuvo muy intranquilo. Sí, yo lo achaco al ruido que había ese día en la habitación. Por poco que queramos hacer, surgen conversaciones, risas... El peque acaba de salir de la tripa de mamá y sus oídos no están habituados al trasiego. 

Por eso siempre recomiendo (y es lo que hago cuando voy en calidad de espectadora) avisar antes de ir al hospital. A lo mejor en ese momento hay mucha gente. A lo mejor los papás están cansados. A lo mejor prefieren recibirnos unos días (o semanas) más tarde en casa. Hay que ser menos egoístas y anteponer los deseos de los nuevos padres, que también están conociendo a su bebé, a los nuestros propios.

HACER VISITAS EN PETIT COMITÉ

Esto va muy relacionado con el punto anterior. Los papás pasan muchas horas en el hospital, así que hay un montón de horas disponibles para ir a verles. Dejemos de lado lo de "nos juntamos todos los amigos de la uni y les hacemos una visita" o "vamos a quedar todos los familiares a la vez y así nos vemos".  Si hemos avisado y los papis nos han invitado a acudir al hospital, lo mejor es que no llenemos la sala para que el recién nacido y la mamá puedan a la vez atendernos y descansar.

LO BUENO SI ES BREVE, DOS VECES BUENO

Ya hemos conocido al bebé así que entiendo que somos alguien cercano a los padres. Tenemos relación con ellos y no hace falta ponernos al día. Así que salvo que ellos nos lo pidan (porque quieran pasar el rato con nosotros o necesiten algún tipo de soporte), lo mejor es ser conscientes de que las visitas cortas son lo mejor, especialmente cuando en la sala se juntan más amigos o familiares.


PIEL CON PIEL. A CONOCER EL OLOR DE PAPÁ Y MAMÁ

Hay algo de lo que no me arrepentiré. Haber decidido que, de cara a favorecer la lactancia materna y que Martín se acostumbrase a nosotros, durante las primeras 24 horas solo le cogerían papá y mamá. No solo creo que fue beneficioso para conocernos y fomentar el apego, sino que evitó que en momentos de máxima afluencia el niño no rodara de brazos en brazos. Porque claro, ¿cómo se lo vas a dejar a una abuela y no a otra? ¿Si lo ha cogido el tío Pepe por qué no lo va a coger la tía Charo? Esto es algo que generó más de una crítica hacia nosotros (vale, en especial hacia mí) pero lo volveré a hacer. Como invitados debemos dejar de ser egoístas, dar de lado los deseos propios y velar por lo que más le interesa al bebé, que es estar tranquilizo y conocer a sus papás.

LOS BEBÉS NO SE TOCAN

Muy unido a lo que os contaba. Menos mal que Martín no pasó de mano en mano. Gente que viene de la calle, gente que fuma, mil perfumes y olores distintos (por favor, no hace falta bañarse en colonia para salir de casa)... Si bien es cierto que nadie cogió a Martín en esas primeras 24 horas no sé cuánta gente le daba besos en las manitas (gérmenes de la boca, qué genial), se las tocaba sin haberse molestado en echarse antes el gel gratuito que hay en las habitaciones, hablaba tan cerca de su carita que seguro que hasta podía adivinar qué habían comido... Sé que a algunos les parecerá que exagero pero en serio, es un recién nacido con un sistema inmunológico más que primario... ¡toquemos solo en las zonas en las que lleva ropita!

En aquella ocasión no usé las manoplas de recién nacido para que Martín tuviera las manos libres y pudiera tocarnos a papá y a mí pero... creo que con Alonso las voy a desempolvar para evitar pasar el mal rato que pasé y todos los pensamientos asesinos que se me pasaban por la cabeza.

MARTÍN Y ALONSO SE CONOCEN: UN MOMENTO PARA VIVIR EN PRIVADO

Aquí se va a liar porque creo que hay familiares que aún no lo saben (y son los que suelen poner pegas) pero... el primer contacto de Martín y Alonso va a ser a puerta cerrada. Y capaz soy de poner un cartel de "prohibido el paso a excepción del personal sanitario" en la puerta si hace falta. 

Si todo va bien, nuestra idea es que Óscar traiga al hospital a Martín, me avise antes de llegar (para dejar a Alonso en la cuna) y sea yo quien reciba al súper hermano mayor. Una vez que él vea lo mucho que me alegro de verle, le presentaremos a su hermano; pero sin espectadores ni comentaristas. Familiares, sé que será un momento genial pero tendréis fotos. 

Queremos que Martín disponga del tiempo que necesite para hacerle caso a Alonso o no hacérselo. Para decidir cogerle o no. Para estar con mamá o con papá. Queremos que entienda que viene un compañero de juegos, no un ladrón del cariño. Queremos que ese primer momento como familia sea solo de los cuatro (el de Nona lo dejamos para casa). Queremos disfrutarlo, ver lo que hemos formado y aprender a ser uno más. Y no sabemos si serán 10 minutos o una hora pero queremos que sea nuestro.

Obviamente cada persona es un mundo y esto es lo que a nosotros, por nuestra forma de ser y de entender la paternidad, nos funciona. Pero no tiene por qué ser así para todos. Puede que tú te encuentres en mi lugar y quieras estar rodeada de los tuyos, o que necesites que te acompañe ese familiar que para ti es crucial. Lo importante no es cómo elijas hacerlo, sino que lo elijas en base a tus necesidades. Y sobretodo, que sepas hacer que el resto respete tu decisión. Es una de las muchas que tendrás que tomar en la maternidad, TU MATERNIDAD, así que deja claro lo que necesitas y disfruta desde el principio del camino.

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