Me encanta la buena acogida que tuvo el primer post de nuestra Luna de Miel (podéis leerlo aquí), así que hoy seguimos adelante para centrarnos en el tercer y cuarto día en Japón. Tras desayunar en el hotel Kyoto Tower, Michiko nos llevó a ver el Castillo de Nijo, el templo Kinkakuji (también conocido como el Pabellón Dorado) y el Santuario Shintoísta de Heian.
Tras el almuerzo, nos dejó el resto de la tarde libre y nosotros decidimos aprovechar para hacer algunas compras y visitar el Santuario Fushimi Inari, conocido por su camino de toros rojos.
El cuarto día tuvimos que hacer una maletita para pasar la noche en Hakone, ya que nuestras maletas se iban directamente a Tokio. Lo primero que hicimos en la estación de Kioto fue tomar el tren bala, ¡el famoso tren bala! con destino a Odawara. Allí nos volvimos a encontrar con Michiko, que nos enseñó el Parque Nacional de Hakone. También visitamos el Valle Infierno de Owakudani (donde huele fatal por la cantidad de azufre que hay y son típicos los huevos cocidos negros fruto del azufre en el que se cuecen), el lago Ashi (donde hicimos un un mini-crucero) y el Monte Komagatake en teleférico. La pena fue que no pudimos ver el Monte Fuji en todo su esplendor por la niebla. ¡Que rabia!
Tras almorzar, nos llevaron al hotel y aquí he de decir que si podéis, os peguéis el capricho de alojaros en un ryokan. Alguno de nuestros compañeros de viaje lo hicieron y disfrutaron del baño típico y una cena en el suelo al estilo japonés con ritual del té. Nosotros, nos alojamos en el hotel Kowaki-en y aunque sí pudimos disfrutar de baños tradicionales (independientes para hombres y mujeres), nos perdimos una experiencia más completa. Por cierto, cuidado con los tatuajes en estos baños. En algunos directamente no os dejarán entrar y en otros harán que os lo tapéis con esparadrapo o tiritas así que id preparados (en Japón los tatuajes no son bien vistos ya que se asocian con la Yakuza, la mafia japonesa)
Queda aún un último capítulo en Japón, nuestra visita a Tokio (con día en Disney incluido) Os lo cuento la próxima semana. Y después... ¡seguimos con Maldivas! Por si os perdisteis el anterior post, aquí os iré dejando todos:
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