Viaje express a Galicia: nuestra ruta

Este verano las vacaciones han sido más bien escasas. Hemos hecho muchas excursiones de día (como Valladolid) pero nos hemos guardado el grueso de las salidas para el otoño. Aún así nos escapamos cuatro días a Galicia, comunidad que yo aún no conocía,  y os voy a contar qué es lo que hicimos cada uno de ellos. Salimos el miércoles por la tarde de Madrid con vistas a llegar al hotel (Hotel Plaza A Coruña) de noche y poder comenzar el día siguiente completo ya en destino. Nada más llegar, dejamos las maletas y nos fuimos a cenar, así que poco pudimos ver. 

El jueves comenzó con visita a la Playa de las Catedrales, para lo cual habíamos sacado entrada previamente aquí. Dimos un paseo por todo el conjunto monumental y jugamos largo y tendido en la playa. Cuando llegó la hora de comer, nos dirigimos al local de Galipizza en Ribadeo, a poco menos de diez minutos en coche de la playa. Por la tarde, dimos una vuelta por el centro de la Coruña y visitamos la Torre de Hércules, paseamos por sus parques y cenamos en la Vinoteca Jaleo,  que nos encantó.


El viernes, decidimos visitar Santiago de Compostela. Para complementar la visita a pie, y por la ilusión que le hacía a Martín, decidimos coger uno de sus trenecito turísticos. Cuando tenemos poco tiempo, nos gusta recurrir a estos trenes y autobuses para tener una visión general de la ciudad en la que estamos; así que es una opción que siempre recomiendo. Por la tarde, acudimos a la Casa de las Ciencias de A Coruña, donde Martín pudo descubrir y experimentar de primera mano, algo que le divirtió un montón. ¡No quería salir! Para cenar, elegimos Miga y aquello fue un espectáculo. No os podéis perder su pescado rebozado al estilo tailandés y su versión de tarta de zanahoria, ¡de 10!


Llegó el sábado y decidimos visitar el Castillo de Santa Cruz de Oleiros. Aprovechamos también y estuvimos jugando un rato en la arena de la playa. Por sorprendente que parezca fuimos a comer a un camping, Los Manzanos, y es que nos habían hablado muy bien de sus arroces y carnes a la brasa. No decepcionó. Por la tarde volvimos a La Coruña para seguir disfrutando de sus calles y pusimos rumbo a la cervecería situada en la antigua Fábrica de Estrella Galicia donde alucinamos con el ambiente.


El domingo tocaba volver y decidimos hacer un alto en el camino en Ponferrada, donde paseamos, vimos el castillo y comimos. Es un truco que hacemos en los viajes con Martín (escalonar la vuelta) para salir un rato, estirar las piernas y conocer ciudades y pueblos a medio camino entre Madrid y nuestro destino vacacional. 


Como veis fue un viaje relámpago de mucho comer (y bien) y Galicia nos gustó tanto que obviamente volveremos para seguir conociéndola en profundidad.



Comparte:

0 comentarios

¿Quieres compartir algo conmigo? ¡Espero tus comentarios!